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Cómo prepararse para una consulta médica//

Es importante que su niño vea al pediatra de manera regular. En cada consulta, el pediatra examinará al niño y comprobará lo siguiente:

 

  • Que esté comiendo y creciendo bien

  • Que se le hayan aplicado todas las vacunas recomendadas

  • Que esté saludable y protegido

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Antes de cada consulta, anote las preguntas que tenga para que no olvide hacerlas. Mantenga al día los expedientes sobre el crecimiento y las vacunas de su hijo y llévelos a cada consulta.

 

Además, recuerde informarle al médico qué tratamientos recibe su hijo. Esto incluye remedios caseros, medicinas sin receta médica y suplementos dietéticos tales como vitaminas o hierbas. Infórmele también si el niño ha visto a otros profesionales médicos. La salud y el bienestar de su hijo dependen de una comunicación abierta, confianza y respeto entre todos los profesionales de la salud.

Consejos   antes   y   durante   una   llamada   al   doctor

Es posible que su pediatra prefiera responder a llamadas telefónicas relacionadas con temas generales durante las horas de oficina. Algunos consultorios tienen horas especiales para tal fin. Antes de llamar, tenga un bolígrafo y una hoja de papel a la mano para anotar cualquier instrucción o pregunta. Es fácil olvidar cosas, especialmente en momentos en que le preocupa su hijo. Durante la llamada, procure que su hijo esté cerca del teléfono por si usted necesita hacerle cualquier pregunta.

 

Asimismo, esté preparado(a) a suministrar información sobre la salud de su hijo (ver a continuación).

 

  • Fiebre. Si cree que su hijo tiene fiebre, tómele la temperatura antes de llamar. Anote la temperatura y la hora en que la tomó.

  • Problemas médicos. Recuérdele al doctor cualquier problema médico pasado (tal como asma, convulsiones o cualquier otra afección.) Su pediatra atiende a muchos niños al día y es posible que no recuerde la historia médica de su hijo.

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  • Medicinas. No olvide mencionar si su hijo está tomando cualquier medicina, incluyendo drogas con receta o sin receta, inhaladores, suplementos, vitaminas, productos de hierbas o remedios caseros.

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  • Vacunas. Mantenga los expedientes de vacunas a la mano. Éstos son especialmente útiles si su hijo tiene una lesión que pueda requerir una inyección de tétanos o si hay un brote de pertusis (tos ferina) en su comunidad.

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  • Farmacia. Tenga el número telefónico de su farmacia a la mano.

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Si el doctor debe devolverle la llamada, asegúrese de estar disponible para la llamada. Desbloquee su “bloqueador de llamadas” y mantenga desocupada la línea telefónica de tal modo que su pediatra pueda devolverle la llamada de manera oportuna. Si da un número de teléfono celular, cerciórese de tener su celular prendido y que esté en un área donde pueda recibir llamadas.

 

¿Cuándo llamar al médico?//
  1. Cuidado rutinario. Siéntase en libertad de llamar al consultorio del pediatra en cualquier momento, incluso si se trata de cosas rutinarias como medicinas, enfermedades leves, lesiones, comportamiento e incluso consejos para la crianza de su hijo. Tenga en cuenta, sin embargo, que el pediatra tal vez no pueda contestar a todas sus preguntas sin antes ver al niño.

  2. Cuidado urgente. A veces es difícil determinar qué tan enfermo está un niño. Sin embargo, no suele ser necesario buscar atención de emergencia o acudir al hospital por un simple resfriado o tos, diarrea leve, estreñimiento, rabietas o problemas de sueño. Sin embargo, si su hijo tiene alguno de los siguientes problemas, llame para saber si debe ser visto por el médico:

 

  • Vómitos y diarrea que perduran por más de unas pocas horas en un niño de cualquier edad

  • Erupciones, especialmente si vienen acompañadas de fiebre

  • Cualquier tipo de tos o resfriado que no mejora en varios días, o un resfriado que empeora o viene acompañado de fiebre

  • Cortaduras que podrían necesitar puntos o suturas

  • Cojera o incapacidad para mover un brazo o una pierna

  • Dolor de oído acompañado de fiebre, dificultad para dormir o tomar, vómitos, diarrea o aspecto de que el niño está enfermo

  • Supuración que sale por un oído

  • Dolor de garganta fuerte o dificultad para tragar

  • Dolor agudo o persistente en el abdomen o estómago

  • Un dolor que empeora o persiste por varias horas

  • Temperatura rectal de 100.4 °F 38 °C o más en un bebé menor de dos meses de edad

  • Fiebre acompañada de vómitos repetidos

  • Sangre en la orina

  • Diarrea sanguinolenta o diarrea persistente

  • No haber tomado líquidos por más de 12 horas

 

Cuidado de emergencia. Llame al 116 (bomberos) (o a su número de emergencia) en caso de que el niño esté seriamente enfermo o lesionado, o si su bebé o niño presenta:

 

  • Sangrado que no se detiene mediante presión directa sobre la herida

  • Sospecha de envenenamiento.

  • Convulsiones (sacudidas rítmicas y pérdida del conocimiento)

  • Dificultad para respirar

  • Piel o labios que lucen azules, amoratados o grises

  • Rigidez en el cuello o erupción acompañada de fiebre

  • Lesión en la cabeza con pérdida del conocimiento, confusión o pobre tono de la piel

  • Falta súbita de energía o incapacidad para moverse

  • Inconciencia o falta de reacción

  • Actitud extraña, retraimiento o ausencia de vivacidad

  • Una cortadura o quemadura grande, profunda o que afecta a la cabeza, el pecho, el abdomen, las manos, la ingle o la cara

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